lunes, 30 de julio de 2012

¿Público y/o Privado?

Lo que en este artículo desmembraremos será la necesidad de un sector público poderoso y con ganancias frente al Capitalismo salvaje donde se beneficia una oligarquía frente a la Sociedad, al conjunto de los españoles.

Desde el Movimiento Nacional defendemos un sector público constituido por grandes empresas nacionalizadas, al objeto de garantizar, a través de los poderes públicos, la Justicia Social que le es inherente al pueblo español.

Empresas para la gestión de las aguas, energía, teléfono o banca han de ser públicas. Agrupaciones empresariales y comerciales que no generen gasto, sino beneficio razonable, ¡Es posible!, hay que saber distinguir el libre negocio de la explotación mercantil que se da en muchos aspectos de la vida.


Desde el Movimiento Nacional siempre hemos tenido claro la visión de España como una empresa que debe generar beneficio, porque solo así se pueden garantizar la manutención de derechos básicos e inalienables de todos los ciudadanos.

Por ello, no debe ser objeto de negocio los servicios básicos citados que provocan en la actualidad subidas en torno al 86% de algo tan básico como la luz. (Últimos diez años. FACUA)

Junto al impulso de grandes empresas estatales, deberán también impulsarse la pequeña y mediana empresa (PYME) para el resto de los sectores, pues son los que generan riqueza y trabajo. Dos beneficios que vendrían a solucionar el lastre del déficit y el desempleo que padece España.

Está claro lo que no debemos tener, y es empresas privadas subvencionadas por el Estado, pues a juicio de muchos, costará mucho más caro y en modo alguno generará beneficio al Estado.

Así pues, riqueza y Justicia Social es lo que aspira a conseguir toda Nación. No existe democracia si no se protege el Estado de Bienestar. No existe Justicia Social si el pueblo está indefenso ante las personas y grandes empresas.

Los sectores públicos deben garantizar eficacia. Ésta es el resultado de gastar poco, investigar e invertir y conseguir un beneficio moderado, fuera del mercado. Lo que pretendemos conseguir es la total desaparición de la deuda del erario público.

Ponemos de nuevo el ejemplo de la luz. Tenemos claro que hay que apostar por energías renovables, pero si éstas aún poco desarrolladas no impiden que tengamos que comprar en el extranjero, habrá que acudir a energías no renovables como la nuclear o el carbón. Apostar por lo que aquí tenemos, para que sea barato. Así deberá ser el resto de los casos.

El sector privado debe cumplimentar, enriquecer y garantizar los servicios que el Estado no puede asumir a través del caudal público, para concatenar público y privado, evitando abusos injustos y haciendo de los derechos básicos un negocio.

En definitiva; El sector público debe tener autonomía económica, no viviendo año tras año de subvenciones y presupuestos generales. Exclusivamente podrá saltarse este requisito en casos de investigación, desarrollo y modernización de infraestructuras, cuando el tanto por ciento obligatorio asignado por el Estado sea insuficiente.

El sector privado debe generar riqueza en el país. Sin abusos. Apostando por el empleo y el desarrollo de su empresa. El Estado obligará a que el 80% de sus empleados (8 de cada diez) sean españoles y que un 30% de sus beneficios sean invertidos en I+D+I.

Sin duda, debemos reflexionar en este aspecto, ya que nuestra conclusión es que ambas secciones se necesitan mutuamente y pueden coexistir, sin falta de la supremacía de una sobre la otra. Otras ideologías tales como el Comunismo o el Liberalismo tienden a declinarse por un extremo, o todo público o todo privado.

Si trabajamos juntos, habrá una “Clase media”, si por el contrario... intentamos sacar cada día más, lo que haremos será crear ricos y pobres. No habrá Justicia Social, no habrá Estado de bienestar, no habrá democracia, no habrá NADA.

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