viernes, 23 de septiembre de 2011

sistema financiero.

Principios del siglo XXI y en una década el mundo está al borde del abismo, una historia larga de encuentros y desencuentros, siempre tutelada por los sistemas financieros y donde siempre perderá el mismo: el ciudadano, el trabajador, la familia... 

Da igual que hablemos de países, banderas o bandos porque esto sucede en todo el mundo, hasta en las naciones más potentes. Todos tenemos el mismo problema: EL CAPITALISMO. 

El Capitalismo hace siempre al rico más rico y al pobre más pobre. Nosotros no vamos a criticar la existencia de la propiedad privada o el libre mercado, porque la ley de la oferta y la demanda da la posibilidad de crear variables en los precios y eso siempre beneficia al ciudadano pues impide los monopolios y las explotaciones. No vamos a hablar siempre de lo mismo, sino de los problemas de hoy en día. 

Lo que sí que vamos a criticar es la especulación producida por el Capitalismo. El hecho de que personas jueguen con la economía sin importarle las consecuencias que pudiera dar, solo y exclusivamente por el propio beneficio económico. 

Como siempre en todos nuestros artículos, intentaremos dar una posible situación, aún a pesar de que nuestra experiencia en el mundo de las finanzas es más que limitado. 

En este artículo nos centraremos más en el mercado de valores, donde la financiación de empresas privadas o públicas da la posibilidad a éstas de conseguir un dinero rápido de inversores, lo que crea también una dependencia real tanto de empresas privadas como las públicas. 

Ahí vienen nuestros problemas. El actual mercado de bolsa se basa en datos especulativos y de lo que “piensen” los inversores de turno, lo que no es nada bueno para una economía Nacional como puede ser la de nuestro país. 

En una bolsa de valores podemos ver distintos productos como acciones de sociedades o compañías anónimas, bonos públicos y privados, entre otros. Hemos puesto los más usuales. 

El mercado de valores es manejado por demandantes, oferentes e intermediarios (Los famosos corredores de bolsa). 

La combinación fatal viene de la unión de bonos públicos y especulación. La construcción de una Sociedad a base de la deuda que ésta genera y que luego, naturalmente, tiene que devolver. Si no generas la confianza necesaria para que te presten dinero, no verás ni un duro. La confianza es el lógico resultado del estudio realizado por inversores donde no solo tienes contingencia de devolver lo recibido sino de generar intereses. 

En pocas palabras, La bolsa de valores es una actividad, sistema, método o forma de obtener dinero, a cambio de ofrecer bienes o servicios a personas o Estados. La bolsa es un negocio. 

La historia nos cuenta de cómo el mercado a base de deuda se impone de sobremanera sobre el mercado del saqueo, más concretamente en los tiempos del Emperador Napoleón, cuando pierde su última batalla, Waterloo. El duque de Wellington reúne un ejército reclutado desde la venta de bonos por parte de naciones como Inglaterra, mientras que el ejército napoleónico surge del saqueo de naciones y de la acumulación de valores reales como el oro. Aquí se produce el punto de inflexión, pues será justo en este momento cuando las economías acuden con asiduidad a la deuda como sistema de manutención del Estado de Bienestar

Aunque, si lo pensamos mejor, el Estado de Bienestar no está para nada asegurado cuando los Estados pueden llegar a la quiebra total como ya lo hiciera Argentina con el famoso corralito. 

Para nosotros no es un sistema infalible, aunque igual unido a otros, podría ayudar a la realización de proyectos más caros o de mayor complejidad en un tiempo más reducido, poniendo así al ciudadano un servicio de calidad mucho antes. 

Pero claro, tiene que estar compartido. España, por ejemplo, debe tener un fondo de garantía para no depender de la especulación y ESPECIALMENTE no depender del déficit público como garantía de avance social. 

Todos los que leáis este artículos debéis tener presente que España tenía la CUARTA reserva de oro del mundo, lo cual me parece un gran fondo de garantía más que suficiente y que perdimos en la Guerra Civil por chantaje soviético. 

Aumentar nuestra reserva de oro permitiría atajar nuestro déficit ofreciendo un valor seguro a nuestros deudores así como seguir disponiendo de esa base para poder realizar la misma operación o bien dar ese metal precioso como forma de pago. 

Ese aumento, unido al desarrollo equitativo y gradual de una economía sostenible, así como a un proteccionismo de Estado de nuestros productos hará de España una nación más poderosa a nivel financiero. 

Actualmente España es un país que importa más de lo que exporta y por eso hay eliminar toda dependencia del exterior que hace de nosotros un país bastante vulnerable. Hay que proteger nuestro mercado y que el “MADE IN SPAIN” prevalezca sobre los mercados extranjeros. Muchas veces será más caro, pero será un bucle que lleve a la creación de empleo. 

Asimismo nuestra economía debe tener varias fuentes de ingreso, para que ante una eventual quiebra ni afecte al sector de al lado y mucho menos al Estado. España basó su economía en la construcción, dependiendo ésta de los bancos (relación directa con el mercado de valores) y de la inflación abusiva de las viviendas, lo que, a la llegada de la crisis bursátil fue la gota que colmó el vaso. 

En definitiva, con la creación de una base económica de garantía, proteccionismo de Estado, desarrollo sostenible de la economía y eficiencia de bienes y medios, conseguiremos no estar a merced del negocio del sistema financiero y de los inversores bursátiles.

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